sábado, 22 de febrero de 2020

Sevilla tiene color... amarillo



Llegó mi primer gran desafío de 2020: la 25ª Media Maratón de Sevilla (en otro tiempo llamada de "la Cartuja"), a la que asistiría acompañado de hasta 14 compañeros del C.A. Miajadas para teñir de amarillo la capital andaluza.



Así a las 5:30 de la mañana del día 26 de enero salimos Andrés, Anzony, Juan y yo de Miajadas entre una densa niebla que nos acompañaría prácticamente todo el camino. Con semejante compañía huelga decir que, pese al sueño, el viaje resultó muy ameno (breaking bag, mediante).

Una vez en Sevilla, reagrupe precarrera para la foto de familia, puesta en marcha hacia la línea de salida y, finalmente, dispersión del grupo por los distintos cajones.


Los cuatro del cuatro (José Manuel, Juan Fco. Santos, Anzony y yo) arrancamos a eso de las nueve desde las proximidades del emblemático Parque María Luisa en pos de lograr nuestro modesto objetivo de bajar de las 2 horas.

Y así arrancamos, junto a otros más de 9.000 corredores, en esta nueva aventura runneril que entre otros nos permitió disfrutar de lugares emblemáticos como la Torre del oro, la Giralda, la Catedral, las Setas, la Plaza de España, el Archivo de Indias o la Torre Sevilla.

Aunque el entorno y el ambiente eran espectaculares, lo cierto es que la persistente niebla y el ir pendiente del crono me impidieron quizá disfrutar todo lo que la cita merecía. La temperatura, sin embargo, era óptima.

Nos costó encontrar los ritmos, pero a partir del tercer o cuarto kilómetro ya conseguimos mantenernos por debajo de 5:40 min./km. y, salvo algún bache ocasional, esta sería la dinámica hasta el final.

Lo cierto es que, aunque íbamos juntos, nuestras carreras no fueron ni mucho menos iguales:

- José Manuel tenía serias dudas por lo poco que había preparado esta prueba, aunque pasado el ecuador de la misma dejó claro que iba sobrado.

- Juan también tenía ciertos temores a que las molestias que arrastraba desde hacía unos días le impidieran siquiera iniciar la carrera pero acabó también con gran solvencia y peleando puestos por el interior de la fuente de la Plaza de España.

- Yo sufrí de lo lindo a partir del kilómetro 18, lo que provocó que incluso me descolgará en la plaza, aunque logré recuperarme, dar alcance a mis compañeros y conseguir (por muy poco, eso sí) el objetivo buscado: 1 hora 59 minutos y 38 segundos.

- Anzony, sí decidió descolgarse de forma definitiva en torno al kilómetro 12 o 13 para rodar más cómodo, pero acabaría bastante cerca de nosotros.

No quisiera acabar de redactar estas líneas sin destacar a otros dos de mis compañeros: Andrés Parra, que logró su MMP con un tiempo de 1 hora 19 minutos y Juan Carlos Pino que debutaba en la distancia. Aunque el verdadero "héroe sin capa" fue Jesús Cruz, que completó la carrera en 1 hora 29 minutos tras unir la noche al día.

El día 1 de marzo volveremos a vérnoslas con los 21k en Mérida.