jueves, 25 de febrero de 2016

Sobreponerse y continuar

Tras unas semanas en el dique seco parece que las aguas van volviendo a su cauce.

A principios de enero planeaba participar en, al menos, tres llamativas carreras (Barruecos, Plasencia y Camorro) antes de la temida Maratón. Sin embargo, todo deporte tiene su cara y su cruz, y la cruz suele manifestarse en forma de lesiones.
Pese a la poca carga de kilómetros de esta temporada comparada con las anteriores el 17 de enero la rodilla izquierda "dijo basta".

Desde entonces tocó alternar reposo, paseos por el monte (disfrutando de los bellos paisajes de la sierra de Montánchez) y alguna tirada muy corta para ir probando. Hasta que tras algo más de un mes, y con ayuda de una rodillera, volví a superar la barrera de los 10 kms. sin dolor.












Dos eran los objetivos para esta temporada. El primero era bajar de las 4 horas en la maratón de Barcelona, objetivo que ya se ha vuelto irrealizable por no estar en forma a tan pocas semanas de celebrarse y por el riesgo de acrecentar los problemas de la rodilla si se me ocurriese aventurarme sin la debida preparación.


El segundo, sin embargo, no es otro que volver a bajar de 1:40 en media maratón en Valdefuentes, y es en el que centraré mis esfuerzos de los 2 próximos meses: marzo para recuperar y en abril tratar de correr en Cáceres y Coria para llegar lo mejor posible al autoimpuesto reto.

En cuanto a la maratón, el cielo puede esperar. Quizás lo posponga un año hasta la próxima edición de la Zurich Marató Barcelona o quizás pruebe suerte en Lisboa en el mes de octubre, ya se verá. Lo que está claro es que mi actitud siempre será (parafraseando el título de aquella película del mítico belga repartidor de mamporros, sopapos y golpes varios) la de "retroceder nunca, rendirse jamás".

Así que, nos vemos pronto en las carreras.